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7.2.11

Mapa de Riesgo por Inundacion en la Cuenca del Rio Yuna

La realización del mapa de riesgo por inundaciones en la cuenca del río Yuna, objetivo del presente trabajo se ha desarrollado en tres fases fundamentales, presentándose a continuación cual ha sido el resultado final del proceso.

En la primera de las fases se procedió a la recogida e inventario de la información susceptible de ser utilizada en un análisis de riesgo. Se realizó la recopilación de los datos y la cartografía existente de la región Nordeste, susceptible de ser utilizada para establecer todos y cada uno de los parámetros del riesgo, tanto en formato analógico como en formato digital, y tanto de variables físicas como socioeconómicas.

Este primer proceso ya puso de manifiesto algunas deficiencias en la información básica de referencia que, como se menciona más adelante, se ha intentado corregir. Eran cuestiones relacionadas con la actualización de la información, escala, precisión, etc.

Asimismo se pudo comprobar la calidad de otra información vinculada a estudios y trabajos previos que con diferentes intereses se habían realizado También se puso de manifiesto la necesidad de construir una base de datos que recogiera la información disponible sobre situaciones y episodios de inundación que se habían producido en el pasado. Esta base de datos, en adelante “Catálogo”, debía confeccionarse para conocer cual era la realidad del ámbito de estudio, para poder establecer la peligrosidad del medio y construir los modelos hidrológicos. Los resultados aparecen en el documento «YUNARISK. Catálogo de Inundaciones en la cuenca del Yuna»

En la segunda de las fases y, conocidas las ventajas y limitaciones que a priori ofrecía la información disponible, así como las posibilidades de completarla, se procedió a la elaboración de la propuesta metodológica para realizar el estudio, que tras su discusión y aceptación, es la que ha servido de base estructural del estudio, con las correcciones y mejoras que el desarrollo del mismo ha ido imponiendo.

Se procedió entonces a la definición de los indicadores que iban a ser analizados, en qué escala, momento y valoración, para caracterizar cada una de las variables del riesgo. Se trató de un planteamiento inicial y teórico que a medida que se ha avanzado el trabajo, el conocimiento del medio y el propio trabajo de campo, ha tenido que ser revisado. Así, unas veces porque la información disponible adolecía de deficiencias queno han podido ser reparadas satisfactoriamente o cuando la estimación no se acercaba a parámetros aceptables, los posibles indicadores afectados han sido reemplazados o eliminados, siempre y cuando no alteraran el significado de las variables elaboradas.

Asimismo, también se produjeron ligeros retoques en la aplicación de los factores de ponderación general de cada parámetro Por último, en la tercera fase, se ha procedido a realización final de la cartografía del riesgo por inundación en la cuenca del río Yuna. El proceso de elaboración es el que se recoge en estas notas metodológicas, donde se plantean las necesidades que han ido surgiendo en el desarrollo del trabajo, cómo se han resuelto y cómo se han interpretado finalmente en su plasmación cartográfica.

Todo este proceso, de recogida de la información, selección y revisión de indicadores y parametrización y cartografía del riesgo queda recogido y sintetizado en la figura siguiente:










El trabajo se ha ido realizando según este esquema partiendo del estudio de cada unos de los parámetros que configuran el Riesgo.

1. Peligrosidad

Más allá de los planteamientos más sencillos de la valoración de la peligrosidad establecida principalmente en función de la probabilidad de ocurrencia de un fenómeno natural de una intensidad dada, nos hemos planteado valorar otra serie de parámetros que estiman de una manera más amplia este concepto. Son aquellos que hacen referencia, además de la frecuencia con que se producen, a la valoración de cómo son éstos, su severidad, intensidad o duración. Incluso hemos considerado necesario atender a sus causas pues de su conocimiento puede permitir una acción preventiva, con frecuencia más efectiva que la meramente predictiva. Así, el establecimiento de la peligrosidad de la cuenca del río Yuna ante el riesgo de inundaciones, ha tenido dos ámbitos de actuación.

1. Por una parte, conocer y evaluar los parámetros físicos y medioambientales que caracterizan esta situación de riesgo, expresados y ponderados a través de una serie de indicadores y,

2. Determinar el área inundable. Es decir delimitar geográficamente cuáles son las áreas que pueden quedar cubiertas por las aguas en situaciones de crecida a partir de la información topográfica, hidráulica y pluviométrica.

Para ello se ha trabajado en dos sentidos:

- con la elaboración de una base de datos sobre las inundaciones que se han producido en la cuenca, así como su caracterización espacio-temporal, que se ha concretado en la elaboración del catálogo de inundaciones, y

- en segundo lugar, analizar y modelar toda la información recogida de las fuentes documentales, bases de datos y el trabajo de campo.

1.1 El catálogo de inundaciones

En relación a las características técnicas del catálogo de inundaciones en la cuenca del Yuna, se puede consultar el documento «YUNARISK. Catálogo de Inundaciones en la cuenca del Yuna.pdf» que acompaña a estas notas metodológicas.

1.1.1 Objetivos y Construcción

El diseño y elaboración del mismo se ha realizado con el fin de elaborar la información necesaria que permitiera alcanzar los objetivos perseguidos. Estos pueden sintetizarse como sigue:

Saber a qué razones dinámicas responden las inundaciones en la cuenca del río Yuna (CAUSAS)

Reconocer diferentes tipos de inundaciones (TIPOLOGIA)

Determinar el número de eventos que han ocurrido en la cuenca del río

Yuna en los últimos treinta años, (CANTIDAD)

Establecer qué situaciones han generado los episodios más desastrosos y con peores consecuencias (INTENSIDAD)

Conocer la prolongación temporal de estos episodios (DURACIÓN)

Delimitar qué espacios de la cuenca se han visto por ellas más veces afectados (FRECUENCIA)

Estimar cuáles son los territorios con mayor peligrosidad (RIESGO)

1.1.2 Evaluación

PARÁMETROS ANALIZADOS

La peligrosidad se establece en términos de probabilidad de ocurrencia (probabilidad anual de excedencia) de un fenómeno (causa, tipo) de una intensidad dada (severidad).

Por ello se han analizado y ponderado esos tres parámetros: Causa, Probabilidad y Severidad.

La determinación de cada uno de los parámetros se ha establecido de la siguiente manera:

CAUSA:

P1: La determinación de las causas se ha realizado a través del estudio, análisis e interpretación de las situaciones atmosféricas que motivan los episodios de inundación. A partir de los datos del catálogo, se comprueba en cada territorio cuáles son las causas dinámicas que generan las inundaciones. Por lo tanto, se valora la importancia de la diversidad de razones climáticas que son capaces de producirlas en cada provincia, asignando un orden numérico de matriz en virtud de este grado de diversidad.

PROBABILIDAD:

P2: El segundo criterio se centra en establecer la frecuencia con que se producen estos episodios en los últimos 30 años. Para estimarla se computa en cada provincia el número de veces que ocurren inundaciones al año. Se trata de ver en qué territorios la dinámica de la inundación es un elemento más o menos esporádico o si por el contrario, forma parte de lo habitual año tras año. La aplicación de períodos de retorno en este tipo de cuencas carece de sentido dada la asiduidad con que acontecen estos eventos.

P3: El estudio de la recurrencia o probabilidad de ocurrencia se analiza en el epígrafe siguiente

SEVERIDAD:

P4: El siguiente parámetro analiza la intensidad media (magnitud del evento tipo) y la máxima (peor evento en el período de análisis) de los episodios de inundación y la duración o tiempo de desarrollo de los mismos.

Para saber la intensidad media o evento tipo más frecuente se pondera en cada territorio cuantos episodios se corresponden con cada umbral del indicador y se determina su porcentaje.

En función del grado de representatividad de cada uno de estos umbrales en los diferentes episodios de inundación habidos en cada espacio se le asigna un valor.

P5: Para estimar la intensidad máxima o mayor severidad de los episodios de inundación se toma el peor evento ocurrido en la cuenca del Yuna en los últimos 30 años. Se trata de ver, en términos generales, la situación que ha generado mayor impacto en este territorio y cuales han sido las respuestas o consecuencias en los diferentes ámbitos de esta cuenca fluvial. La plantilla que se aplica es la misma que en el caso anterior si bien ahora sólo referida al evento más catastrófico.

P6: Finalmente, para estimar la duración de las inundaciones se calcula primero el tiempo que ha durado cada episodio en cada territorio. La prolongación del mismo se ha mantenido siempre que hubiera lámina de agua inundada, los caudales se mantenían altos, la población estaba desplazada, etc... A continuación se cuantifica territorialmente los diferentes episodios y se calcula el porcentaje que representa cada umbral en cada provincia asignándose un valor de matriz según la importancia que tienen los mismos. Como siempre una mayor duración agrava la severidad del acontecimiento, se otorga un valor más elevado cuanto mayor importancia tienen los episodios de inundación más prolongados.

Una vez analizados cada una de estos parámetros se contabilizan en una matriz común que aglutina a todos ellos. A partir de aquí se obtiene un valor de orden que será el que quede plasmado gráficamente en el mapa de peligrosidad por inundación en la cuenca del río Yuna. A éste se unirá el de la inundabilidad, proporcionado por laestimación del área inundable en función del análisis de los caudales diarios y los caracteres morfométricos de la cuenca.

1.2 Determinación de la inundabilidad

La inundabilidad o, el área inundable, se ha determinado

– mediante el análisis morfométrico de la cuenca

– mediante el estudio de los caudales hidrológicos (La presencia de Hatillo ha

obligado a hacer un tratamiento diferenciado; aforos…)

– mediante el estudio pluviométrico

Este ha sido uno de los procesos que más trabajo ha exigido pues la disponibilidad de información básica de referencia con calidad suficiente era escasa.

- se ha construido un MDE

- se ha construido un modelo hipsométrico de curvas de nivel con equidistancia de 5 m,

- se ha georreferenciado ortofotografía

- se ha georreferenciado la cartografía topográfica analógica

- se ha digitalizado el trazado del eje y de las dos orillas de los ríos Yuna y Camú

- Se ha realizado el estudio probabilístico e hidráulico de los ríos Yuna y Camú

- Se ha implementado en modelo hidrológico para estimar el área inundable

1.2.1 Construcción de la base topográfica (MDE, tin y curvas de nivel)

�� La información altimétrica utilizada para la construcción del modelo digital de elevaciones (MDE), el modelo digital del terreno mediante interpolación TIN (Triangle Irregular Network) y la equidistancia ha sido obtenida de SMRT (Shuttle Radar Topography Mission) y postprocesada por NATRISK.

�� Se ha generado un grid con una resolución de celda de 87.7 m y se ha extraído la rejilla que tiene valores altitudinales entre 0 y 3.090 msnm.

�� Se ha redimensionado el grid a un tamaño de celda de 25 m construyéndose la rejilla del área que comprende la cuenca del Yuna (marco), con una resolución de 25 m de celda y un total de 4.484 filas x 5.508 columnas

A partir de este modelo se han construido sendas imágenes en formato jpg georreferenciadas que sirven de base altimétrica y topografica del mapa: una de ellas muestra la información altimétrica elaborada y la segunda muestra un mapa sombreado que genera el aspecto tridimensional del relieve. Ambos ficheros se adjuntan en este disco dentro de la carpeta “Altimetría

�� Se ha generado un fichero de contornos para obtener las curvas de nivel a una equidistancia de 5 metros (59.906 líneas para el área de marco)

�� Con estas curvas de nivel y con los ejes de los ríos Yuna -alto, medio y bajo- y Camú, se ha construido el modelo tin para la delimitación del área inundable en la cuenca del Yuna.

1.2.2 Digitalización de la base hidrográfica

La red hidrográfica es uno de los elementos más dinámicos en este tipo de medios subtropicales y que es capaz de experimentar profundas transformaciones y cambios en periodos muy cortos de tiempo.

Más allá de los periodos o situaciones de aguas altas, circunstancia estacional que apenas es perceptible en este ámbito, salvo en el mes de mayo, cada situación atmosférica que es capaz de generar precipitaciones intensas tiene un amplio efecto en el trazado de la red hidrográfica. Así, huracanes o tormentas tropicales o cualquier otro proceso generador de precipitaciones de alta intensidad horaria puede y de hecho modifica sustancialmente los trazados fluviales. Máxime en el caso que nos ocupa, pues en la mayor parte del trazado de los mismos, los desniveles son muy escasos.

Desde la salida de la Cordillera Central, y en dirección al Cibao, el Camú apenas desciende 120 m en 50 km desde Bayacanes a su confluencia con el Yuna. Por su parte, éste desde su salida del embalse de Hatillo y hasta la desembocadura en la bahía de Samaná, desciende unos 110 m en cerca de 60 km. Pendientes horizontales de 0,1º que facilitan lechos divagantes por los que transitan ríos en los que es frecuente observar trazados anastomosados, numerosos cauces abandonados, restos de antiguos meandros que jalonan las trayectorias actuales, pero que se convierten en plenamente activos cuando se producen desbordamientos.

Algunos de ellos a veces vuelven a ser integrados dentro de los nuevos cauces principales y otras se convierten en cenagales donde la lámina de agua permanece durante varios días tras las crecidas, agravando el riesgo pues se dan las condiciones idóneas para que se produzcan afecciones sobre la salud.

A ello también contribuyen los aportes sedimentarios, abundantes sobre todo por parte de los ríos de la margen izquierda del Camú y del bajo y medio Yuna –caso, por ejemplo, del Licey–. Esos aportes facilitan la aparición de terrazas y lechos móviles, reduce el radio hidráulico y en consecuencia, favorece que la altura de la lámina de agua alcance mayor extensión con pequeñas variaciones en los caudales.

La naturaleza litológica de los llanos de inundación, no favorece el control natural de los cauces. Éstos difícilmente resisten el empuje del agua pues la mayor parte de la cuenca baja está integrada por materiales no coherentes y fácilmente deleznables muchas veces producto de depósitos aluviales de distintas crecidas y de la nula pendiente, Son algunas de la situaciones que explican el hecho de que el actual trazado de la red hidrográfica, observable a partir de imágenes satelitales recientes, difiera en gran medida en sus trazados respecto a las trayectorias cartografiadas, tanto analógica como digitalmente.

Ante esta circunstancia y ante la posibilidad de establecer el ámbito de la inundabilidad en lugares por los que los ríos actualmente no discurren, se ha procedido ha digitalizar al menos el trazado de los dos principales ríos de la cuenca, el Yuna y el Camú, así como muchos de sus afluentes principales en sus tramos más bajos y próximos a las desembocaduras.

Era una necesidad para poder implementar el modelo de inundabilidad con una precisión aceptable. Por este motivo, también ha sido necesario digitalizar la posición actual de las márgenes de ambos ríos. Otra razón obligaba a ello pues una gran parte de la población se asienta literalmente sobre ellas con lo cual ha sido necesaria la digitalización georreferenciada de esas márgenes (banks).

Para ello se ha partido de la información digital facilitada por el lNDRHI, tanto de la red hidrográfica principal como de los límites de la cuenca del Yuna la cual hemos asumido como válida. Somos conscientes de que la cuenca pluviométrica o topográfica no coincide con la hidrográfica, máxime cuando encontramos situaciones como las mencionadas, u otras tanto o más importantes desde el punto de vista hidrogeológico como la presencia del borde meridional kárstico de los Haitises o un límite como el occidental en el valle del Cibao, que es límite abierto con la cuenca del Yaque del Norte.

Se han consultado trabajos de calidad ya realizados –SYSMIN– que han aportado valiosos conocimientos al respecto y una vez tenidos en cuenta, hemos optado por aceptar los limites propuestos por el INDRHI pues otra consideración excede de los objetivos y capacidad del presente proyecto e iría en detrimento del de la unidad en la información.

Para la digitalización de los ejes fluviales y de las orillas ha sido preciso manejar un total de 1.160 imágenes para el Yuna y 191 sobre el cauce del bajo Camú para georreferenciar finalmente 18 y 4 respectivamente. El resto de la red se ha utilizado la digitalización del INDRHI para ríos de ordenes inferiores y, finalmente, se ha corregido el trazado de cauces en función de la información topográfica.

Existe un ligero desajuste entre la red hidrográfica y los límites de los parajes. La razón estriba en que son dos fuentes de información diferente, digitalizadas sobre bases distintas y en sistemas de proyección también distintos que no admiten corrección. Además corresponden a épocas muy diferentes. Teniendo esto en cuenta y la propia dinámica fluvial es lógico tal desajuste. No obstante, este hecho no afecta a las estimaciones realizadas pues la base hidrográfica utilizada al efecto ha sido georreferenciada sobre la ortofoto.

1.2.3 Delimitación del área inundable

Para establecer el área inundable se ha procedido al análisis de los caudales diarios registrados en las estaciones foronómicas facilitadas por el INDRHI. Se han seleccionado, en función de criterios de calidad estadística, las de Hatillo, Villa Riva y Limón en el caso del Yuna, y las de Bayacanes, Ranchito y La Bija en el Camú.

El procedimiento se sintetiza como sigue:

- determinación del umbral de excedencia: para ello se determina el valor de caudal considerado como umbral de excedencia. En este caso se ha utilizado el valor de percentil 95 para cada uno de los aforos seleccionados.

- Se verifica que siempre que se han superado caudales iguales o superiores al establecido como valor de excedencia, se han producido episodios de inundación.

- Se construye la serie de excedencias, para considerar todos los casos en los que el caudal diario ha igualado o superado a ese umbral.

- Se determina los valores de caudal para distintos periodos de recurrencia, según la función de distribución logPearson-III. Se ha estimado para distintos periodos de retorno (2-5-10-25-50-100 y 200 años)

- Los valores de caudal obtenidos se traducen cartográficamente para localizar las distintas áreas inundables.

Para realizar esta última operación, el modelo hidráulico se ha construido utilizando la aplicación informática HEC-RAS y sus extensiones para ArcGIS, HECGeoRAS.

- Se ha modelado por separado el Alto Yuna (aguas arriba del embalse) y los tramos del Yuna medio (hasta la confluencia con el Camú) y bajo, hasta la desembocadura en Samaná. Junto con el Yuna se ha modelado el Camú en todo su recorrido. Asimismo, también se ha incorporado el canal de Barracote para estimar el comportamiento hidrológico de las aguas en este contexto

- En el modelo, se ha utilizado el MDE construido, la red hidrográfica digitalizada (ejes y orillas)

- También se han realizado cortes transversales a los ríos en un total de 391 en el Alto Yuna y de 471 para los tramos restantes.

- Así mismo se ha utilizado la información geológica y litológica disponible y también la información sobre usos del suelo aportada por el SEMARN, para establecer los valores de rugosidad del medio.

Realizada estas operaciones y una vez que se ha obtenido la delimitación del área inundable propiciada por los desbordamientos de los ríos Yuna y Camú, se pueden hacer algunas consideraciones:

- Se ha podido observar que no existen diferencias significativas en cuanto a la extensión ocupada por la lámina de agua en los distintos periodos de retorno.

- La probabilidad de que se produzcan anualmente uno o más episodios de inundación hace que la utilización de periodos de retorno para establecer el área inundable demuestra no ser un método particularmente expresivo. No habiendo apenas diferencias entre la altura de la lámina de agua de lo que seria la hipótesis de caudales medios y/o máximos.

- Las escasas diferencias permiten que se asuma como área inundable la establecida en la hipótesis de valores de caudal más alto. Además, las características hidrográficas de los cursos lo justifica pues es fácil que pequeñas variaciones altimétricas provoquen derrames y capturas que hacen relativamente impredecible una localización de detalle y sí que ésta sea de más amplia distribución espacial.

- En ese sentido se observa que el área inundable dentro de la cuenca del Yuna, se extiende a otras cuencas como es el caso de la del Nagua.

- El tramo final del Yuna sufre una importante laminación.

- Ésta, además de por las escasas pendientes, está condicionada por la baja capacidad de drenaje de los caudales hacia la bahía de Samaná pues es habitual que en situaciones de grandes aportes el nivel de base general esté alto, propiciado por las dinámicas atmosféricas inestables, mareas, oleajes…etc.

- El borde meridional no permite la laminación hacia Los Haitises, que más fácilmente suponen un aporte, por la escasa profundidad freática y las características litológicas y topográficas de este ámbito.

- En estas condiciones y una vez superada la Cordillera Septentrional y antes de llegar a la de Samaná, las aguas altas derraman hacia la Bahía Escocesa. Es una circunstancia favorecida por su bajo nivel altitudinal (0 msnm) y la existencia de antiguos cauces que con dirección meridiana, pueden capturar esas aguas altas.

1.3 Los mapas de peligrosidad e inundabilidad

A partir de la información recogida se ha procedido a la representación cartográfica de la peligrosidad.

Por un lado se ha representado la peligrosidad de la cuenca del Yuna ante el riesgo de inundación atendiendo a los 5 indicadores antes citados: Causa, Frecuencia, Intensidad media, Intensidad máxima y Duración.

Con ellos se ha generado el mapa de peligrosidad de los parajes cuyo ámbito administrativo se encuentra total o parcialmente a menos de 5 km de distancia del río Yuna o del Camú.

Este mapa se muestra en el mapa final según el valor porcentual de esta variable en el contexto estudiado. De tal manera que aquellos lugares con niveles de peligrosidad máxima tienen valores próximos a 100.

Asimismo también se muestra el mapa de inundabilidad. Es decir, aquella zona supuestamente inundable en situaciones de hipótesis máxima, para los mayores valoresde caudal registrados, en los ríos Yuna y Camú y las confluencias de los ríos de segundo y tercer orden en ellos.

En este caso la extensión del área inundable representada no difiere en gran medida entre los valores de hipótesis máxima y media, dadas las características de la propia cuenca del Yuna. Con ello, es aceptable entender que en situación de inundación, independientemente de la magnitud del fenómeno causante, es probable que se alcance a inundar ese territorio representado y que no es una cuestión estrictamente de carácter probabilístico (pues es zona inundable con una probabilidad prácticamente anual).

2. Exposición

2.1 Definición

Con el parámetro exposición, se ha intentado reflejar la distribución espacial de todos aquellos elementos susceptibles de verse afectados por las crecidas experimentadas por los ríos Yuna y Camú así como los tramos bajos de sus afluentes principales.

Con este criterio inicial, ha sido de nuestro interés valorar la población expuesta, sus estructuras, los servicios dotacionales e infraestructuras de la comunidad.

Habría sido deseable que junto con personas y bienes, tanto individuales como colectivos, hubieran podido ser analizadas las actividades productivas.

No obstante, no se ha podido disponer de información no ya sobre las actividades productivas sino sobre la capacidad productiva de cada actividad empresarial, bienes inmuebles, trabajadores, comercio... La parcialidad de la información disponible, la imprecisión de su emplazamiento, etc., han obligado a no considerarla. Puede ser una tarea de futuro pues excede a las posibilidades presentes. Pese a todo, estimamos que salvo en las áreas urbanas, no sería determinante. Quizá avanzar en la parametrización de la actividad agraria podría poner de manifiesto ámbitos de muy alta exposición. Para valorarla, se podría sobreestimar este parámetro ligeramente. Sin embargo, los aspectos de la exposición ya están significativamente representados en función de los parámetros anteriores.

2.2 Evaluación de la Exposición

No se ha dispuesto de información sobre estructuras y actividades productivas expuestas por lo que se han utilizado 5 parámetros a falta de más y mejor información.

Por otra parte, se inició la tarea de georreferenciación mediante trabajo de campo de la información referente a los apartados anteriores pero las disponibilidades de recursos humanos, temporales y económicos, han impedido su finalización.

No obstante los resultados en una primera estimación, no diferirán de manera significativa o al menos lo suficiente como para variar el sentido y sesgo de estos parámetros.

PARÁMETROS UTILIZADOS

E1: POBLACIÓN RESIDENTE

Se ha valorado la población residente en cada paraje.

Para resolver el problema de la dispersión demográfica al no disponer de información más detallada y, para hacer operativo este parámetro se ha considerado toda la población concentrada en el centroide de cada paraje. En los de mayores dimensiones puede inducir a error de subestimación, pero este hecho se resuelve de varias maneras:

- la sobrestimación en el caso contrario

- la escasa dimensión espacial de muchos de los parajes

- el criterio de ponderación:

�� se ha ponderado la población de cada paraje por el inverso de la distancia del centroide al punto más próximo al río Yuna y/o Camú en sus diferentes tramos.

�� Los resultados obtenidos han permitido considerar válido este procedimiento.

E2: UNIDADES HABITACIONALES

Se ha valorado la cantidad y tipología de las viviendas presentes en cada paraje y su proximidad a los ríos. El valor computado ha sido el número de hogares en cada paraje y su tipología. En tanto que en su inmensa mayoría son viviendas unifamiliares, la consideración de otras circunstancias apenas se significaba. En cualquier caso, cuando el valor ha sido lo suficientemente alto, se ha utilizado como factor corrector situaciones significativas de viviendas en cuarterías, barracones, etc., así como las características de las viviendas, sobre todo en lo referente a la disponibilidad de techos y paredes, su solidez…

Establecido el valor de la densidad habitacional en cada paraje, se ha procedido como en el caso anterior. Se han considerado todas agrupadas en el centroide y se ha ponderado la densidad habitacional con el inverso de la distancia a la red hidrográfica.

E3: BIENES DEL HOGAR

Se ha valorado la cantidad y calidad de bienes muebles dentro de las viviendas consideradas, desde los de primera necesidad a los que implican un valor añadido en la calidad de vida de la población y que son susceptibles de verse expuestos a situaciones de inundación y, por tanto, de pérdida posible.

En este caso no se han tenido en cuenta su ponderación por proximidad al río (aspecto implícito en el parámetro anterior), y simplemente se han computado en su número total en función del número de viviendas existentes. Sí se han ponderado en función de su carácter básico o no, concediéndose un valor de exposición más alto a aquéllos elementos muebles de primera necesidad (caso de frigoríficos, por ejemplo).

E4: SERVICIOS DOTACIONALES Y ASISTENCIALES

En esta ocasión lo que se ha valorado es la existencia de elementos considerados como dotaciones de la comunidad integrando la red de equipamientos que podían verse expuestos, tanto por encontrarse dentro del área inundable, como por localizarse a menos de 5 km de alguno de los dos ríos principales de la cuenca del Yuna.

Se han considerado los elementos destinados a la prestación de servicios que han alcanzado un carácter básico para la sociedad, tales como la sanidad, educación, la formación cultural y física, la seguridad, etc. También se computan tanto los servicios privados como los públicos y los públicos de explotación privada, aunque con prioridad para estos últimos cuando ha sido posible.

Se trata de valorar la presencia en área de riesgo según su importancia para lacomunidad tanto por el servicio que prestan como desde la perspectiva de la influencia sobre ellos de la peligrosidad.

E5: INFRAESTRUCTURAS

Se ha valorado el grado de exposición de las vías de comunicación en relación a la red hidrográfica.

Se ha considerado toda la red de carreteras y caminos principales en función de su proximidad a cualquier río de la cuenca y, sobre todo, aquellos puntos de intersección con la red hidrográfica principal, en particular puentes, badenes y aquellos tramos en los que las vías de comunicación discurren paralelas y próximas al río. Posteriormente se han seleccionado las que se encuentran dentro de los límites de los parajes considerados.

2.3 La Construcción cartográfica de la Exposición

Las características de la información utilizada en este caso han obligado a la construcción digital del emplazamiento concreto de cada elemento. Por ello, puede ocurrir que los parajes donde se encuentran núcleos de población más importantes (en cuanto a la población que acogen), también sean los que disponen de más equipamientos y donde, por tanto, el valor de la exposición sea más alto. Es el caso, sobre todo, de los núcleos urbanos próximos a los ríos en las localidades de Cotuí, Bonao y La Vega.

Además, hacia estos núcleos fluyen más infraestructuras de comunicación que en otros ámbitos. Esto obviamente queda reflejado en el mapa cuando alguna de ellas es susceptible de verse afectada por algún río, al cual cruza o del que discurre paralelo a una distancia relativamente corta. Pero la mayor densidad en la exposición de este tipo de infraestructuras no debe confundirse con un grado mayor de riesgo pues normalmente cuando la afectada es una vía única o aislada, puede tener más repercusión desde el punto de vista del aislamiento, impacto, etc.

En consecuencia, mientras algunos indicadores han tenido como base de datos los resultados consecuentes de la explotación de los datos censales disponibles, otros han sido gestionados cartográficamente. Así, los valores estimados para los parámetros e1, e2 y e3, que han arrojado valores asignados por parajes, se han correlacionado con la información asociada a emplazamientos donde se encontraba los equipamientos e infraestructuras –e4 y e5–, según su importancia social y la distancia del río mediante algebra de mapas conservando los criterios de factor de cada parámetro establecido en la metodología inicial.

3. Vulnerabilidad

En el estudio de la vulnerabilidad ha sido el objeto de estudio el conocer la capacidad individual o colectiva para “anticipar, afrontar, resistir y recuperarse del impacto de un desastre natural”. (Alwang, Siegel and Jorgensen (2001): Vulnerability: a view from different disciplines, Social Protection Discussion Paper No. 115, The World Bank, Social Protection Unit, Human Development Network).

Para ello, se ha considerado estudiar los factores internos del riesgo que expresan la susceptibilidad de los individuos o de la sociedad para sufrir pérdidas o daños ante un desastre natural. Se han establecido así cuatro categorías de análisis, Humana, Social, Económica y Ambiental, que se han expresado en un total de 34 indicadores.

3.1 Categorías de análisis

A continuación se muestran los indicadores utilizados en el análisis de la vulnerabilidad, haciendo referencia expresa a aquéllos que han sido eliminados o reemplazados respecto a la propuesta inicial, así como a aquéllos nuevos con indicación de cuál ha sido su tratamiento.

3.1.1 Vulnerabilidad Humana

Los indicadores tenidos en cuenta han sido:

Junto a los de más fácil interpretación, hay otros que han sido revisados, como es el caso de:

- V6 Población no urbana: aunque la definición de la ONE no deja muchas opciones sobre este indicador (población urbana: aquélla que habita en las cabeceras de los municipios o distritos municipales; población no urbana: el resto) se han ponderado los indicadores en función de estos criterios así como sobre su propia población.

- V7 Familias sin vehículo propio: debido a la no existencia de estadísticas sobre el principal medio de transporte en la zona de estudio: motocicleta o motor, se establece este indicador como criterio para conocer la capacidad de autoevacuación existente.

- V9 Propiedad de la vivienda: entendida como herramienta para conocer, en caso de desastre, las pérdidas económicas de las familias afectadas. Si bien es cierto que este parámetro esta infravalorado pues con frecuencia no existe propiedad “legal” de la vivienda aunque si sea propiedad real.

- V10 Acceso a la Información: es fundamental que la población esté informada para conocer la situación del medio en el que habita, se ha analizado la presencia de medios de información en la vivienda: televisión, radio, internet y teléfono celular.

También sería deseable conocer mediante encuesta o similar, el grado de información de la propiedad.

3.1.2 Vulnerabilidad Social

En esta ocasión se ha omitido la utilización de los indicadores de marginalidad y percepción inicialmente propuestos dada la ausencia de información al respecto. Otras consideraciones sobre algunos de ellos han sido:

- V11 Dotación hospitalaria: se analiza la variable con el objetivo de conocer la situación de cada comunidad en relación a la disponibilidad de servicios básicos hospitalarios. Se ha tenido en cuenta: Proximidad al centro, Tipo de centro de salud, Número de camas por cada 1.000 habitantes y Número de médicos por cada 1.000 habitantes.

- V12 Saneamiento: variable establecida para reflejar la situación de cada comunidad respecto a la disponibilidad de servicios básicos de saneamiento, entendidos éstos como: tipo de sanitario existente, método de eliminación basura, medio de abastecimiento de agua y si padecen de contaminación por aguas estancadas.

- V15 Inmigración: hace referencia al porcentaje de inmigrantes pobres que residen en cada paraje. Se pretende valorar la existencia de familias en situación marginal por procedencia, etnia, religión…

- V18 Actitud: Variable que determina el grado de participación social de la población en actividades públicas u otros. Se analiza en grado de participación de la población en distintos periodos electorales.

3.1.3 Vulnerabilidad Económica

Las deficiencias en la información económica disponible ha hecho que esta categoría adolezca de no demasiada precisión pues con frecuencia los datos son inexistentes, no están disponibles o hacen referencia a escalas regionales o nacionales.

Por ello no se pueden establecer diferenciaciones y matices nada más que a esas escalas. Incluso algunos de los indicadores han tenido que ser suprimidos por estas razones y sustituidos por otros. Es el caso de la renta per cápita o información sobre el crecimiento del PIB. Otros han sido tratados como sigue:

- V19 Financiación ayuntamientos: se estudia la variable para conocer qué ayuntamientos se benefician en mayor cuantía de los recursos que otorga el Estado y cuáles son los que, por contrario, los que reciben menos fondos.

- V20 Remesas procedentes del extranjero: la existencia de un mayor porcentaje de retribuciones procedentes del exterior, se entiende que, es debido a la existencia de un mayor nivel de necesidades que pueden ser motivo de emigración hacia el exterior.

- V21 Inflación: se ha calculado según la información estadística existente: tasa de inflación urbana y no urbana.

- V26 Seguros: variable explotada desde el punto de vista agropecuario, cantidades aseguradas según el programa de préstamos del Banco Agrícola de la República Dominicana.

Las debilidades mencionadas en este apartado en relación con la disponibilidad de la información económica han repercutido en un descenso del cómputo general de la variable Vulnerabilidad y, en consecuencia, del Riesgo. Sólo se puede suplir considerando que los valores finales se han de sobrevalorar pues, en definitiva, la falta de información económica es en sí misma, un indicador realmente importante y significativo de la propia vulnerabilidad.

Por ello, se puede argumentar que aquellos ámbitos más vulnerables, lo son aún más de lo que los indicadores señalan, pues obviamente ocultan grados de dependencia económica, economía sumergida, de subsistencia, etc… factores todos ellos significativos del nivel de desarrollo de las comunidades afectadas y, en consecuencia, del riesgo.

3.1.4 Vulnerabilidad Ambiental

La variable Degradación, propuesta inicialmente ha sido sustituida al carecer de información. En su reemplazo se ha incorporado la Contaminación (entendida como el porcentaje de hogares que padecen algún tipo de contaminación), aguas estancadas, basuras, cañada, ruido de vehículos, pocilgas, humos, ruidos de fábrica, ruidos de planta, envasadora de gas, bomba de gasolina …

3.2 La cartografía de la Vulnerabilidad

El proceso de elaboración cartográfica de la Vulnerabilidad se ha realizado adecuando los criterios a las características de la información en cada caso, según su calidad, cantidad, homogeneidad, distribución espacial, etc. Cuando estas circunstancias lo han permitido, se ha tratado de una manera homogénea para evitar que los procedimientos de construcción introdujeran sesgo en el análisis de las variables. En otras ocasiones y según la naturaleza del indicador, eso ha sido precisamente lo que se ha buscado, para hacer mas expresiva la valoración realizada a cada variable.

Las diferencias han venido propiciadas pues por la información, sobre todo de aquélla que se disponía a una escala de menor detalle. Salvo en esos casos en los que ha sido preciso trabajar a nivel de municipio e incluso de provincia, siempre se ha trabajado a escala de paraje o, en su defecto de sección. Esto ha conllevado un trabajo cuidadoso pues los cambios en las denominaciones, reclasificaciones y la toponimia redundante, podía provocar, de no hacer un trabajo cuidadoso, errores de duplicidad de información en unos casos con los consiguientes conflictos de software como, en otros, la existencia de lagunas que desvirtuaran los resultados. Una vez elaborada la base de datos, se ha cartografiado cada uno de los 34 indicadores para estimar la validez de los resultados y, en caso contrario o cuando la mejora era posible, corregir los criterios de análisis (ver figura 1). Incluso este paso ha propiciado la eliminación de algunos indicadores.

El segundo proceso de verificación se ha producido con la elaboración sintética de cada una de las cuatro categorías (VH, VS, VE y VA), para conocer su interacción y su reflejo espacial.

Por último, se ha procedido a la elaboración final de la cartografía de la vulnerabilidad con la información de cada paraje mediante interpolación por el método del inverso de la distancia ponderado (IDW) entre parajes y utilizando el río como elemento barrera en el citado proceso de interpolación. Se ha optado por este método frente a otros por cuanto:

- la densidad de puntos de información es alta (686 parajes) y muchos de ellos apenas están separados un kilómetro,

- permite representar la información exacta en el centroide de cada paraje, - no introduce modificaciones espaciales condicionadas por el tipo de variograma que se utilice, - se puede utilizar el río como barrera para analizar las variables en su comportamiento diferenciado entre ambas márgenes,

- por su facilidad de aplicación y - por su alta expresividad desde el punto de vista de la gestión del territorio, pues permite conocer el valor exacto de cada paraje y si las interpolaciones afectan fundamentalmente a las áreas limítrofes entre ellas, con lo que es fácil decidir qué parajes se encuentra en una situación determinada,

- porque la actualización cartográfica es sencilla a partir de la modificación de la base de datos original

El paso final ha sido su validación mediante trabajo de campo, hasta obtener el resultado final representado en el mapa. Los valores de umbral máximo y mínimo de la vulnerabilidad hay que considerarlo en la medida que se ha expuesto anteriormente entendido que los valores promediados en su valoración cualitativa son altos y, en segundo lugar, que éstos son bastante homogéneos poniendo de manifiesto las debilidades estructurales en cuestiones socioeconómicas de la zona estudiada.

4. La Mitigación

En el apartado de Mitigación se ha determinado la existencia de medidas para reducir el riesgo por la adopción de medidas de prevención y reducción. Para ello se han valorado aquellos comportamientos que se han realizado en la protección preventiva del riesgo y los encaminados a la reducción de sus efectos en la cuenca del Yuna.

Así, prevención y mitigación se establecen en distintas categorías que reflejan distintas capacidades de protección ante el riesgo. Estas categorías son: Prevención por Planificación, Prevención por Actuación institucional, por Preparación Social y Mitigación-Reducción.

La efectividad en la aplicación de estas medidas es una cuestión difícilmente evaluable y sobre la que se pueda generar información. Tampoco valorar la eficacia de las medidas adoptadas en situaciones de emergencia previas en un argumento objetivo, pues son muchos los factores que pueden intervenir en cada caso. Además excede de la capacidad y objetivos del presente trabajo. Por tanto, hemos utilizado una forma sencilla de valorarlas, poniendo de manifiesto si existen o no, dando a entender así y en el caso de que la respuesta sea negativa, que sería deseable su implementación futura. De esta manera sólo se ha valorado, que no evaluado, su existencia o no.

En ningún caso se justificará una reducción del riesgo en un valor superior de un 25% (pues se trataría de uno de cuatro criterios junto con peligrosidad, exposición y vulnerabilidad). Además no es correcto sobrevalorar la reducción del riesgo por el hecho de tomar medidas, pues puede provocar inefectividad de la alerta, exceso de confianza en las medidas adoptadas (no siempre tienen que reducir el riesgo tanto como para eliminar el umbral previsto), en la tecnología, en paternalismo institucional o en la ayuda pública.

El resultado final de la consideración del riesgo ha sido un elemento reductor del grado de riesgo final que en ningún caso ha supuesto una reducción más allá de un 15%.

No obstante podría entenderse que es una sobrevaloración de la efectividad real de las medidas adoptadas en la reducción del riesgo.

En cuanto a su distribución espacial, donde al menos más medidas parecen haberse puesto en marcha es en las áreas urbanas de La Vega y Bonao y, secundariamente en Cotuí y en la margen izquierda del río Yuna, sobre todo una vez que ha recibido las aguas del Camú.

5. EL mapa de Riesgo

La elaboración final del mapa de Riesgo por inundación en la cuenca del río Yuna se ha procedido como se planteó en la metodología propuesta inicialmente y como aparece reflejado en la figura 1.

Se ha utilizado la aplicación informática ArcGis9 en su versión ArcMap9.2 para la confección de cada una de las variables según se ha expuesto. De tal manera que se ha generado la cartografía de Peligrosidad, Exposición y Vulnerabilidad para un conjunto 686 Parajes. Cada uno de esos mapas es síntesis de los valores recogidos y muestreados en una matriz de más 23.000 datos. Estos se refieran a los valores asignados y ponderados de cada indicador en cada paraje cuyos límites administrativos se encontrasen total o parcialmente a una distancia no inferior a 5.000 metros de los ríos Yuna y/o Camú.

Esa cartografía ha sido procesada conjuntamente mediante algebra de mapas atendiendo a la expresión de definición del riesgo adoptada desde la metodología inicial y que responde a la expresión:

Ri el riesgo en términos porcentuales (entre 0% y 100%) de cada paraje y según los resultados obtenidos de la valoración de los indicadores de Peligrosidad, Exposición y Vulnerabilidad Pi, Ei y Vi, en cada paraje.

También mediante cálculo de mapas, a ese valor de Riesgo en cada paraje se le ha deducido el valor obtenido por el tratamiento de los indicadores de Mitigación en cada paraje:

El resultado final obtenido es el valor del Riesgo Neto, es decir, el resultante de evaluar los tres parámetros básicos y deduciendo de él las medidas de mitigación.

Normalmente el riesgo y la mitigación se establecen a partir del área inundable.

Sin embargo, en esta ocasión, lo hemos hecho a la par para tener más área estudiada en función de los indicadores y para asumir variaciones futuras, ya sea porque la dinámica del medio cambie al aparecer nuevos espacios inundables o por simple infravaloración del modelo y la estimación del área. Así, sólo hemos aplicado el límite de área inundable al mapa de riesgo y mitigación para la elaboración del riesgo neto.

Como proceso último se ha procedido a aplicar los valores de Riesgo Neto al área susceptible de ser inundable por los ríos Yuna y Camú, según la hipótesis de riesgo máximo como se explicó más arriba. Con todo ello, el mapa final es pues el resultado de aplicar los valores de Riesgo Neto al mapa de Inundabilidad, según unos umbrales determinados.

A la vista de los resultados obtenidos de ha optado por establecer 4 umbrales de riesgo siendo el más bajo, el representado en color verde y nombrado como Riesgo Bajo aquel cuyo valor de riesgo se encuentra por debajo de un 46%, es decir, inferior a menos dos veces la desviación típica [<(-2std)] de la serie de datos. El siguiente valor, cartografiado en tonos amarillos y considerado como de Riesgo Moderado, es un umbral establecido entre los valores de la media y menos dos veces la desviación típica [-2std].

El siguiente, Riesgo Alto, en color naranja, se establece para valores que se encuentran entre la media y dos veces la desviación típica [+2std]; y reservando para los valores superiores a dos veces esa desviación [>(+2std)], en color rojo, el ámbito considerado como de Riesgo Muy Alto.

Estos valores han de ser tenidos en consideración en el comparativo entre todos los territorios representados en la cuenca. No obstante, la información es abierta para que el gestor pueda establecer los umbrales que considere adecuados en función del interés que persiga.

En ningún caso debe pensarse que el color verde es sinónimo de ausencia de riesgo. Es simplemente el ámbito donde éste es más bajo pero en comparación al resto y, en absoluto pequeño pues contar, una vez deducidos los valores de mitigación, con un umbral en torno al 46% el altamente significativo. Esta circunstancia viene condicionada por el deseo de resaltar las posibles diferencias en el conjunto estudiado y evitar un resultado monocromático en el mapa. No obstante, los mapas parciales de los parámetros del riesgo que acompañan al mapa final, son altamente ilustrativos de las diferencias regionales según unos parámetros u otros.

Así pues, las diferencias entre unos ámbitos de riesgo y otros son muy escasas y puede decirse que la situación general es de un Riesgo Medio-Alto para todo el conjunto del área inundable.

6. CONCLUSIONES

El análisis realizado de los diferentes elementos que configuran el riesgo de inundación en la cuenca del río Yuna nos ha permitido obtener las siguientes conclusiones:

- El Mapa de Peligrosidad muestra que ésta es alta para el conjunto del territorio analizado, con valores próximos al 100% en gran parte de los parajes más próximos al Yuna. Su análisis ha estado apoyado en una amplia base de datos concretada en el catálogo de inundaciones elaborado para el período 1977-2007 así como en la información topográfica, hidrológica y pluviométrica recogida.

Los resultados muestran que el grado máximo de peligrosidad se concentra en todo el sector más meridional de la provincia de Duarte, desde antes de la confluencia del río Camú al Yuna hasta la desembocadura de éste en la Bahía de Samaná. Municipios como Cenovi, Las Guaranas, Pimentel, Hostos y Villa Riva destacan por la frecuencia e intensidad con que se ven afectados por episodios de inundación.

Unos porcentajes menos elevados pero siempre moviéndose en umbrales de alta significación (el mínimo del mapa es 67,9%), se registra en el entorno de Concepción de la Vega-cabecera del Camú, los alrededores de Bonao hasta la cabecera de la presa del Hatillo, y desde la cola de ésta hasta la confluencia con el Camú (sector Cotuí). La peligrosidad se muestra menos significativa en la cabecea del Yuna hasta Bonao.

- El Mapa de Exposición se sustenta en la síntesis de varios parámetros analizados.

Tres están referidos directamente a información de cada paraje (Población residente, número y tipología de unidades habitacionales y cantidad y calidad de bienes del hogar), siempre en relación con el grado de proximidad a los ríos Yuna y Camú; y dos referidos a información planimétrica (servicios dotacionales y asistenciales, e infraestructuras viarias) a fin de valorar con mayor precisión el área de riesgo que estos elementos puntualmente suponen dado el servicio que prestan a la comunidad.

Los umbrales resultantes son igualmente muy altos, si bien más contrastados que en el caso anterior (21,6 a 83,6%). Muestran que los espacios más expuestos se identifican con los tres núcleos urbanos mayores: Concepción de la Vega, Bonao y Cotuí, así como todo un conjunto más o menos disperso de parajes más próximos a los ríos Camú y Yuna, fundamentalmente en los municipios de Rincón, Jima Abajo, y los pertenecientes al Bajo Yuna de Villa Riva y Arenoso (Duarte) y Sánchez, ya en Samaná. Por su parte los territorios menos expuestos se identifican con las cabeceras del Camú y Yuna, y el entorno de la Presa del Hatillo.

- El Mapa de Vulnerabilidad se ha apoyado en un total de 34 indicadores agrupados en cuatro categorías: Vulnerabilidad Humana, Social, Económica Y Ambiental.

Este elevado número de variables analizadas en general reflejan un comportamiento contrario al del mapa de Exposición, pues los espacios menos vulnerables coinciden con los núcleos de población urbanos más desarrollados (Concepción, Bonao, Cotuí, Fantino…), en cambio los más vulnerables se identifican en general con todo el área del Bajo Yuna, así como el entorno del río Bayacanes y el conjunto de ríos que descendiendo desde San Francisco de Macorís ceden sus agua al Camú en el municipio de Las Guaranas.

No obstante, todo el territorio analizado es altamente vulnerable pues el valor máximo ronda el 70%, si bien se manifiesta con mayor grado de homogeneidad espacial al no ser tan contrastados los umbrales como en el caso anterior. Tampoco este parámetro de riesgo es tan extremo como en los dos mapas anteriores. Puede decirse que en parte está infravalorado porque las características y falta de información económica a una escala de detalle, lo cual ya es indicativo de la propia vulnerabilidad de este territorio.

- El Mapa de Riesgo de Inundación resultante de la imbricación de los tres mapas anteriores junto con la información obtenida sobre Mitigación y circunscrito al área inundable de la cuenca del Yuna, nos descubre que en general en ésta existe un gran riesgo de inundación, con un elevado número de parajes donde éste se puede calificar de muy alto y alto. Aunque en los grados de riesgo reconocidos se maneje una escala diferenciada en cuatro niveles (desde bajo a muy alto), es obvio que el umbral “Bajo” parte de niveles mínimos relativamente elevados. Así pues, estos umbrales sirven sobre todo para destacar diferencias territoriales.

También conviene apuntar que el factor peligrosidad se nos ha revelado en ocasiones altamente determinante a la hora de delimitar el riesgo.

Las zonas de mayor riesgo se identifican con la desembocadura del río Camú al Yuna, así como la de algunos afluentes del Camú hacia este río, caso del Pontón, Jayabo, Mal Nombre, Jaya, Guiza... Alto riesgo existe también en todo el área del Bajo Yuna, abriéndose ampliamente hacia el este el área inundable desde el río Cevicos hasta la Bahía de Samaná. Ríos como el Azucey, Higuero y Payabo contribuyen notablemente a incrementar este riesgo. Finalmente, alto riesgo aparece en la cola del embalse de Hatillo, en el valle alto del Yuna antes de llegar a Bonao y en los alrededores de Concepción de la Vega.

Finalmente cabe resaltar el hecho de que si no se han representado los diferentes grados de riesgo en toda el área inundable que se abre hacia la Bahía Escocesa (sector próximo a Nagua), es porque no forma parte de la cuenca hidrográfica del río que se analiza, el Yuna.

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Coordinación: Carlos G. Morales Rodríguez
(NATRISK - UVa) Mª Teresa Ortega Villazán
Consultor: Raúl del Río de Blas
(NATRISK - PNUD)

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1 comments:

geoniyi dijo...

Fantastico trabajo, muy util te recomiendo presentarlo en Defensa Civil