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26.12.10

Sistemas de Información Geográfica y Gestión del Riesgo.


Autor: Ing. Gerald Villalobos Marín.

Dentro del ámbito profesional de la Geografía y otras profesiones afines como lo pueden ser la Geología, la Geodesia y la Topografía, suelen ser comunes los términos de Sistema de Información Geográfica (SIG) y Gestión del Riesgo, sin embargo en contraposición, el concepto de Desarrollo Sostenible resulta casi ajeno o poco familiar al lenguaje Geográfico y otras ciencias afines. En vista de ello, éste breve trabajo pretende encontrar el nexo que une los SIGs con la Gestión del Riesgo y la forma en que ambos pueden ser partícipes del Desarrollo Sostenible de un país o región determinada brindando a su vez, una posible respuesta a la interrogante de ¿Por qué hacer Gestión del Riesgo y cómo?

GESTION DEL RIESGO: Estrategias para lograr el Desarrollo Sostenible La definición de un marco teórico y conceptual, resulta indispensable para poder abordar el tema propuesto. Para ello es necesario definir “estrategia” y “Desarrollo Sostenible”.

Al respecto, en su libro Economía Urbana y Regional, el autor Mario Polése (1998), afirma que el desarrollo económico de un país, se define como un incremento sostenido e irreversible del ingreso por habitante, en una unidad monetaria constante a través del tiempo, que no se reduce a movimientos coyunturales, sino que significa una evolución de largo plazo, apoyada en cambios sociales profundos que una vez realizados son definitivos. Sin embargo, para que este desarrollo económico sea sostenible, debe considerar el mejoramiento de la calidad de vida de los individuos y la protección del medio ambiente.

El desarrollo económico por otra parte, está estrechamente ligado con el crecimiento urbano, al grado de poder considerarse una consecuencia directa de éste (Polése 1998), no obstante, el crecimiento acelerado de la población urbana ha generado tanto en países pobres como países ricos, problemas graves de contaminación, degradación del ambiente y deterioro de la calidad de vida (Amador 2003), principalmente arraigados en: Aglomeración urbana Aumento en la demanda de servicios básicos Focos de urbanización espontánea en lugares no aptos y con viviendas de mala calidad Degradación del medio ambiente por emisión de gases tóxicos y sustancias contaminantes, los cuales han generado lluvia ácida, destrucción de la capa de ozono, exceso de óxidos de carbono, contaminación del agua y del suelo Proliferación de botaderos de basura Incidencia de enfermedades endémicas Agotamiento de la frontera agrícola generando altas tasas de deforestación Contaminación de zonas costeras y destrucción de humedales Ahora bien, la palabra “ESTRATEGIA” puede ser asociada, bajo un concepto sencillo, a un plan elaborado sobre una determinada base para la realización de los objetivos propuestos. En ese sentido, nuestra base sería la Gestión del Riesgo y el objetivo propuesto sería, aumentar la productividad del país para mejorar la calidad de vida de sus habitantes sin degradar el medio ambiente. Por lo tanto, con base en lo anterior, podemos establecer algunas estrategias que permitan lograr el objetivo descrito sobre la base de la gestión del riesgo, a saber: Ordenamiento territorial: contar con políticas claras para el desarrollo nacional así como herramientas de planificación local, que permitan un crecimiento urbano planificado y un uso adecuado de los recursos naturales y de la tierra, sin exponer a la población ante amenazas de origen natural o antrópico. Fomentar la prevención como inversión y no como un gasto.

La población debe ser sensibilizada para que acepte no sólo por imposición de ley, sino voluntariamente y por convicción, que debe respetar las áreas silvestres protegidas, las zonas de protección de los ríos, las normas y códigos constructivos y evitar en la medida de lo posible el asentamiento en áreas delimitadas bajo amenaza. Mitigar los efectos de un posible desastre y evitar un daño considerable de las estructuras y patrones de producción, es tan importante, como disponer de recursos para la restitución del orden normal de las vidas de las personas y su producción. Mejorar la capacidad de respuesta y la resiliencia. Se debe fortalecer las organizaciones de atención de emergencias, Cruz Roja, Bomberos, Comités locales de emergencia, asociaciones de desarrollo comunal y Municipalidades, dotándolas de recursos legales, materiales, humanos y técnicos que les permitan actuar eficazmente y acortar los tiempos de repuesta ante la atención de una emergencia. Gestión Ambiental: fortalecer las organizaciones y figuras legales de protección de bosques y áreas silvestres, para reducir las tasas de deforestación, la erosión del suelo, la posibilidad de amenaza por avalanchas de lodo o inundaciones, deslizamientos, contaminación de ríos y estrechamiento de cauces; así como la destrucción de humedales; y Manejo integrado de recursos hídricos: Según el autor Jean Labasse en su libro, “La Organización del Espacio”, el agua es uno de los principales determinantes que se deben tomar en cuenta para organizar un espacio geográfico, en ese sentido, D.L. Armand (geógrafo soviético) citado por Labasse, afirma ““Pocas veces el agua es solamente inútil: si no es útil se transforma en perjudicial”. Por ello, el planificador debe poner especial cuidado en su tratamiento para reducir la vulnerabilidad ante amenazas de tipo antrópico así como garantizar la provisión y calidad adecuadas para el consumo humano.

CONTRIBUCIÓN DE LOS SISTEMAS DE INFORMACIÓN GEOGRAFICA (SIG) EN LA GESTION DEL RIESGO En primera instancia es necesario definir lo que puede entenderse por “Sistema de Información geográfica”, o SIG, dentro del objeto de estudio de la geografía y análisis geográfico. Dollfus, citado por Lucke (1999), establece que “la geografía es la ciencia que estudia los modos de organización del espacio terrestre, así como la distribución de las formas y de las poblaciones (en el sentido de colecciones de individuos) sobre la epidermis de la tierra…” por su parte “el análisis geográfico busca comprender los modos de organización en el espacio constituido por la superficie terrestre y su biosfera, empleando un conjunto de técnicas que buscan explicar las relaciones de los seres humanos con el medio y entre sí…”. Dentro de este concepto, el sistema de información geográfica (SIG), se constituye en una herramienta para realizar análisis geográfico, para la cual, Ford citado por Lucke (1999), brinda la siguiente caracterización: “Dicha herramienta ofrece la capacidad de almacenar, acceder, analizar, manipular, desplegar e integrar información ambiental, económica y social en un solo sistema” facilitando las siguientes operaciones: Superposición de datos para fines comparativos Actualización de información para ilustrar cambios en el tiempo Cambios de escala para microanálisis Derivación de datos no disponibles mediante manipulación de factores conocidos Integración de paquetes de datos de ciencias sociales y físicas Incorporación de datos adquiridos mediante censores remotos tales como imágenes de satélite con fines de monitoreo ambiental continuo; y Modelado de procesos sociales y físicos con propósitos de simulación y predicción. Ahora bien, en segunda instancia, es necesario definir el concepto de Gestión del Riesgo o en su defecto, el concepto de “Riesgo”. En ese sentido, Lavell, citado por la Comisión nacional de riesgos y atención de emergencias (CNE 2002), establece que la gestión del riesgo es un medio para ligar el desarrollo local con la cotidianidad de la vida de las personas, entendiéndose entonces, como un medio para lograr el desarrollo sostenible. A su vez, el riesgo se entiende como “probabilidad determinada y cuantificada mediante estudios técnico científicos de que se presenten consecuencias humanas, materiales y ambientales negativas, para una población vulnerable, a causa de la influencia de una amenaza, durante un tiempo de exposición determinado” (Solís, 2002). Así las cosas, la gestión del riesgo, busca el desarrollo local, conjugando factores de amenaza y vulnerabilidad para evitar o mitigar los efectos negativos de un desastre sobre el ser humano o el medio ambiente. Con base en el anterior marco teórico, se puede entonces definir algunos ejemplos en los que un sistema de información geográfica o SIG contribuye en la gestión del riesgo, a saber: Determinación de poblaciones o elementos vulnerables, en virtud de amenazas existentes sobre un determinado territorio, sean éstas de tipo hidrometeorológicas, de la geodinámica o antrópicas. Esto, como una operación de superposición de datos para fines comparativos. Generación de modelos que busquen predecir los alcances de un determinado evento natural, tal como zonas afectadas por posibles avalanchas, profundidad o extensión de posibles inundaciones y/o zonas con distinto grado de amenaza en torno de un volcán activo. Lo anterior can base en la actualización de información para ilustrar cambios en el tiempo a partir de datos sociales y físicos. Generación de escenarios o patrones de crecimiento de centros urbanos con el fin de analizar los cambios en la vulnerabilidad de su población (colección de individuos) como función del crecimiento demográfico. Esto como una operación de modelado de procesos sociales para efectos de simulación y predicción. Generación de escenarios de zonificación y uso potencial de la tierra, con el fin de identificar amenazas, reducir vulnerabilidades y recomendar medidas de mitigación y prevención en los casos en que sea necesario. Monitoreo de amenazas naturales, por ejemplo: deslizamientos, con el fin establecer patrones de comportamiento y brindar sistemas de alerta anticipada.

CONCLUSIÓN Los conceptos de Sistema de Información Geográfica (SIG), Gestión del Riesgo y Desarrollo Sostenible, están estrechamente vinculados entre sí por medio del análisis geográfico. De esta forma, el SIG es una herramienta extremadamente útil para concretar la aplicación de las estrategias de Gestión del Riesgo, tales como el Ordenamiento Territorial, la Prevención de Desastres, la Gestión Ambiental, el Manejo Integrado de los Recursos Hídricos y el aumento de la capacidad de respuesta en la atención de emergencias, cuyo fin último es contribuir a alcanzar el Desarrollo Sostenible de un país o región. Desafortunadamente, dentro de la realidad socioeconómica actual de los países, en especial de los que se encuentran en vías de desarrollo, el nexo existente entre estos tres conceptos no siempre está claro para los tomadores de decisiones, por lo que el Desarrollo Sostenible se transforma generalmente en un mito utópico sin rostro visible y palpable y donde los desastres por eventos naturales, siguen cobrando víctimas humanas y causando daños materiales año tras año. En virtud de lo anterior, es imperativo que nuestros nuevos profesionales sean portadores activos de este conocimiento y puedan asumir con éxito el lugar que les corresponde dentro del Desarrollo Sostenible del país. BIBLIOGRAFÍA Amador Berrocal Sonia María. Principales problemas ecológicos derivados del crecimiento demográfico y el proceso de urbanización (1° Edición, San José Costa Rica: Editorial de la Universidad de Costa Rica, 2003) Comisión Nacional de Prevención de Riesgos y Atención de Emergencias. Diagnóstico situacional de las comunidades aledañas al cerro Tapezco: Proyecto sistema de alerta temprana en el cerro Tapezco ( San José, Costa Rica, 2002) Lucke Oscar. Base conceptual y metodológica para los escenarios de ordenamiento territorial (San José, Costa Rica, 1999) SICA. Plan centroamericano para el manejo integrado y la conservación de los recursos del agua (Comité Regional de Recursos Hidráulicos. Julio 2000.)

Solís Delgado Alexander. Desastres y emergencias tecnológicas ( Costa Rica: Comisión Nacional de Prevención de Riesgos y Atención de Emergencias, Diciembre 2002) Polése Mario. Economía Urbana y Regional: Introducción a la relación entre territorio y desarrollo (1° Edición, Cartago: LUR/BUAP/GIM, 1998).